La popularidad de las actividades secundarias ha ido en aumento en los últimos años. Cada vez son más las personas que buscan formas de obtener ingresos extra al margen de su trabajo a tiempo completo. Puede ser una forma estupenda de diversificar tu fuente de ingresos y, con un poco de suerte y mucho trabajo, puede convertirse en algo que hagas a tiempo completo. Sin embargo, cuando llega la temporada de impuestos, hay algunas cosas que usted necesita saber acerca de cómo el Servicio de Impuestos Internos ve su actividad paralela. ¿Tu actividad se considera un negocio o sólo un hobby? ¿Importa? Esto es lo que necesitas saber antes de enviar tu declaración de la renta.
Antes de entrar en materia, veamos cómo se define el término empresa. Según Hacienda, un negocio es una actividad que se realiza para organizar algún tipo de producción económica. Esto puede incluir la venta de bienes o servicios, la inversión y/o la obtención de beneficios. Si su objetivo es obtener un beneficio, entonces es probable que su actividad sea considerada un negocio por el IRS.
Sin embargo, hay algunas excepciones a esta regla. Según Hacienda, si no lo hace por dinero, probablemente no sea un negocio. Esto incluye actividades como el juego, coleccionar monedas y trabajos de tipo hobby. Por lo tanto, si tu actividad secundaria es algo que haces por diversión y no esperas ganar dinero con ello, es probable que Hacienda lo considere un hobby.
¿Qué es un negocio paralelo y por qué es tan popular últimamente?
Un negocio secundario es un proyecto suplementario de generación de ingresos que una persona lleva a cabo fuera de su trabajo principal. Suelen ser negocios o empresas creadas por personas que quieren ganar dinero extra o iniciar una nueva carrera. En los últimos años se han hecho cada vez más populares a medida que aumentaba el coste de la vida y disminuía la seguridad laboral.
Para muchas personas, un negocio secundario es una forma de llegar a fin de mes o de ahorrar para una compra importante, como una casa o un coche. También puede ser una forma de probar una nueva idea de negocio sin dejar el trabajo. Y para algunas personas, la actividad paralela es simplemente una forma de explorar su creatividad y perseguir sus pasiones.
Entre los ejemplos de "side hustles" se incluyen la escritura independiente, el diseño gráfico, el desarrollo web, la asistencia virtual, la venta online, las clases particulares, el cuidado de niños y perros, etc.
Ahora que tenemos una mejor comprensión de lo que es un side hustle, vamos a echar un vistazo a si el IRS los considera o no como negocios.
¿Cómo saber si tu negocio secundario es realmente un negocio?
Llevas años trabajando como un esclavo de 9 a 5, haciendo rico a otro y saliendo adelante a duras penas. No estás solo. De hecho, formas parte de la mayoría. La mayoría de la gente tiene un trabajo que odia, trabaja muchas horas por poco dinero y sin posibilidades de progresar. Pero hay una salida. Se llama side hustle.
El side hustle es tu billete hacia la libertad financiera. Es una forma de ganar dinero haciendo algo que te gusta. Pero no siempre es fácil convertir tu pasión en un negocio rentable. Entonces, ¿cómo saber si tu actividad secundaria es un negocio o sólo un hobby? Aquí tienes algunas señales de que tu actividad secundaria podría ser un negocio:
1. Estás ganando dinero - Si no generas ingresos, lo más probable es que tu negocio secundario no sea más que un pasatiempo. Pero si estás ganando dinero con ella, entonces es sin duda un negocio.
2. Tiene clientes - Una señal clave de que tu negocio secundario es un negocio es si tienes clientes que pagan. Si la gente está dispuesta a comprar lo que vendes, sin duda es un negocio.
3. Tiene gastos - Otra señal de que tu negocio secundario es un negocio es si tienes gastos relacionados con él. Esto podría incluir cosas como costes de marketing, costes de inventario o incluso costes de alquiler de oficinas. Si estás gastando dinero para mantener tu negocio paralelo en marcha, entonces definitivamente es un negocio.
4. Trabajas muchas horas - Si estás trabajando en tu negocio secundario todas las noches y fines de semana, entonces es seguro decir que ya no es sólo un hobby. Cuando empiezas a tratar tu actividad paralela como un negocio, dedicándole horas extra para que tenga éxito, entonces se ha convertido definitivamente en un negocio.
Si te identificas con alguno de los signos anteriores, lo más probable es que tu negocio secundario esté empezando a parecerse más a un negocio que a un simple hobby. Y eso es muy emocionante. Una vez que sepas que tu negocio secundario se considera un negocio, puedes empezar a tomar medidas para hacerlo crecer y convertirlo en una empresa de éxito.
¿Cuáles son las ventajas de tratar tu actividad paralela como un negocio?
Cuando la mayoría de la gente piensa en un negocio secundario, se imagina un pasatiempo divertido que le aporta un poco de dinero extra. Sin embargo, tratarlo como un negocio puede tener muchas ventajas.
Para empezar, puede ayudarte a gestionar mejor tu tiempo y tus recursos. Al pensar en tu negocio paralelo como en una empresa, es más probable que fijes objetivos claros y crees un calendario que te permita trabajar de forma constante para alcanzarlos.
Además, tratar tu actividad secundaria como un negocio puede ayudarte a desarrollar habilidades y contactos valiosos. La creación de redes y el marketing son esenciales para cualquier negocio, y desarrollar estas habilidades puede darte un empujón en tu carrera, incluso si tu actividad secundaria no se convierte finalmente en un negocio a tiempo completo.
Tratar tu actividad secundaria como un negocio puede hacerla más agradable. Cuando ves tu afición a través de la lente del espíritu empresarial, puedes descubrir que se vuelve más desafiante y gratificante. Así que, tanto si quieres impulsar tu carrera como si simplemente quieres sacar más partido a tu afición, tratar tu actividad secundaria como un negocio es una forma estupenda de hacerlo.
¿Tengo que registrar mi negocio secundario?
Emprender un negocio secundario es una forma interesante de obtener unos ingresos extra, pero es importante asegurarse de que se actúa dentro de los límites de la ley. Dependiendo del tipo de negocio que tengas, puede que tengas que registrarlo en los organismos públicos pertinentes. Por ejemplo, si vende productos, tendrá que obtener una licencia comercial y probablemente también un permiso para el impuesto sobre las ventas. Si presta servicios, tendrá que registrarse como empresario individual o como sociedad de responsabilidad limitada. Y si tiene un negocio relacionado con la alimentación, tendrá que cumplir todas las normas sanitarias y de seguridad aplicables. No hacerlo puede acarrear costosas multas o incluso el cierre del negocio. Así que, antes de poner en marcha tu negocio secundario, tómate tu tiempo para investigar los requisitos legales aplicables a tu empresa. De este modo, estarás seguro de que actúas correctamente y evitarás posibles quebraderos de cabeza en el futuro.
A efectos fiscales, tiene que registrar su empresa, por pequeña que sea. No importa si se registra como empresario individual, sociedad de responsabilidad limitada o sociedad anónima. Cualquier negocio necesita un registro en EE.UU. El IRS tiene una serie de recursos disponibles para ayudarle a hacer esto, así que asegúrese de tomar ventaja de ellos.
¿Qué forma empresarial es la mejor para mi negocio secundario?
Si estás empezando un negocio secundario, puede que te preguntes qué tipo de estructura empresarial es la mejor para tu nueva aventura. Hay tres estructuras empresariales comunes: empresa unipersonal, sociedad de responsabilidad limitada y sociedad anónima. Cada una tiene sus ventajas e inconvenientes, por lo que es importante elegir la más adecuada para tu negocio.
A empresa individual es la estructura empresarial más sencilla y común. Es fácil de crear y no requiere ningún papeleo especial. El inconveniente es que eres personalmente responsable de todas las deudas y obligaciones, de modo que si tu empresa quiebra, podrías perder tu patrimonio personal.
En LLCo sociedad de responsabilidad limitada, ofrece cierta protección frente a la responsabilidad personal. Esto significa que si su empresa es demandada, sus activos personales están a salvo. Las LLC son también fáciles de crear y mantener. El inconveniente es que su constitución puede resultar más cara que la de una empresa unipersonal y pueden estar sujetas a más normativas.
A corporación es una estructura empresarial más compleja con muchas ventajas. Por ejemplo, una sociedad anónima puede ayudarle a reunir capital vendiendo acciones. Pero constituir una sociedad puede ser costoso y llevar mucho tiempo. También hay que cumplir las normas de gobierno corporativo, que pueden ser complejas.
La mejor estructura empresarial para tu negocio secundario depende de varios factores, como el tamaño y el tipo de negocio, la cantidad de responsabilidad civil que estás dispuesto a asumir y la cantidad de tiempo y dinero que estás dispuesto a invertir en la creación de tu empresa. Habla con un abogado o contable con experiencia para que te asesore sobre la estructura empresarial más adecuada para ti.
Side hustles e impuestos: ¿cuánto tengo que pagar?
La mayoría de la gente sabe que tiene que declarar impuestos cada año, pero lo que muchos no saben es que si tienes un negocio secundario, también tienes que declarar impuestos para tu negocio. Ya seas autónomo, propietario de una pequeña empresa o vendas productos por Internet, tienes que declarar los impuestos de tu negocio. La buena noticia es que hay varias deducciones y créditos disponibles para las empresas, por lo que puede ser capaz de reducir su factura de impuestos. Sin embargo, es importante recordar que tiene que declarar sus impuestos independientemente de si obtiene beneficios o no. Si no declaras tus impuestos, podrías estar sujeto a multas e intereses. Así que si tienes un negocio paralelo, asegúrate de hablar con un asesor fiscal y de que pagas lo que te corresponde.
Impuestos transferidos
Los impuestos repercutidos son un tipo de tributación en el que las empresas "traspasan" sus beneficios a sus propietarios, que luego tributan en sus declaraciones del IRPF. Este tipo de imposición se utiliza en empresas unipersonales, sociedades colectivas, sociedades de responsabilidad limitada (SRL) y sociedades "S". La principal ventaja de la tributación a través de una empresa es que evita la doble imposición de los beneficios empresariales que se produce con las sociedades de capital. Además, las empresas canalizadoras pueden deducir las pérdidas de sus impuestos sobre la renta de las personas físicas, lo que les proporciona una ventaja fiscal sobre las corporaciones C. Aunque la fiscalidad de las empresas canalizadoras puede ser ventajosa para los empresarios, también puede ser compleja y difícil de entender. Por ello, es importante trabajar con un profesional fiscal para asegurarse de que aprovecha todas las ventajas de este tipo de fiscalidad.
Impuestos empresariales federales y estatales
Los impuestos empresariales pueden dividirse en dos grandes categorías: federales y estatales. Los impuestos federales los recauda el gobierno de Estados Unidos y se aplican a las empresas de todo el país. Los impuestos estatales, por su parte, son impuestos por cada estado y pueden variar de un estado a otro.
Las empresas están obligadas a pagar impuestos federales y estatales sobre sus ingresos. La cantidad de impuestos que debe una empresa viene determinada por su renta imponible, que es la cantidad total de ingresos obtenidos menos las deducciones o exenciones. Las deducciones y exenciones pueden incluir cosas como el coste de los bienes vendidos, los salarios de los empleados y los gastos por intereses.
El tipo impositivo para las empresas varía en función del tipo de empresa y de su renta imponible. Por ejemplo, las pequeñas empresas suelen tener un tipo impositivo más bajo que las grandes empresas. Las empresas que obtienen ingresos elevados suelen tributar a un tipo más alto que las que obtienen ingresos bajos.
Tanto los impuestos federales como los estatales son importantes fuentes de ingresos para el gobierno. Las empresas están obligadas a pagar ambos tipos de impuestos para poder operar legalmente. El impago de impuestos puede acarrear graves sanciones, como multas y penas de cárcel.
Cómo convertir tu actividad secundaria en un trabajo a tiempo completo
Una actividad secundaria se define como una forma de ganar dinero fuera de tu trabajo principal. Puede ser cualquier cosa, desde trabajar como autónomo hasta montar tu propio negocio. Mucha gente se dedica a esta actividad para ganar dinero extra, pero ¿cómo saber si tiene potencial para convertirse en un negocio en toda regla? He aquí algunas cosas que debes tener en cuenta:
1. ¿Te apasiona lo que haces? Si no te apasiona tu negocio secundario, será muy difícil convertirlo en un negocio de éxito. Tienes que estar dispuesto a trabajar duro y muchas horas para que un negocio tenga éxito.
2. ¿Tiene un nicho de mercado? Es importante tener un mercado objetivo claro para su producto o servicio. Sin un nicho de mercado, será muy difícil generar ventas.
3. ¿Tiene una propuesta de venta única? ¿Qué hace que tu producto o servicio sea diferente de los demás del mercado? Si no puedes responder a esta pregunta, es probable que tu negocio secundario no tenga éxito.
4. ¿Tiene un plan? Una empresa necesita un plan sólido para tener éxito. Esto incluye cosas como identificar tu mercado objetivo, establecer objetivos de ventas y crear una estrategia de marketing. Si no tienes un plan, es poco probable que tu negocio tenga éxito.
5. ¿Está dispuesto a invertir tiempo y dinero? Empezar un negocio requiere una inversión significativa de tiempo y dinero. Si no estás dispuesto a hacer esta inversión, es poco probable que tu negocio secundario tenga éxito. Emprender un negocio secundario puede ser una forma estupenda de ganar dinero extra, pero es importante asegurarse de que tiene potencial para convertirse en un negocio en toda regla antes de comprometerse. De lo contrario, puede que te encuentres atrapado en algo que no es tan rentable o satisfactorio como esperabas.
Los riesgos de no tratar tu negocio paralelo como una empresa
Puede que te apasione tu actividad secundaria, pero si no la tratas como un negocio, te estás poniendo en peligro. Estos son algunos de los peligros de no tomarse en serio tu negocio secundario:
1. Podrías perder oportunidades.
Si no tratas tu actividad paralela como un negocio, podrías perder oportunidades de crecer y ganar más dinero. Por ejemplo, es posible que no inviertas en marketing o redes, lo que podría limitar tu alcance y potencial de crecimiento.
2. Podrías perder tiempo y dinero.
Si no tratas tu actividad paralela como un negocio, también puedes perder tiempo y dinero. Si no te organizas ni llevas un registro de tus gastos, podrías encontrarte rápidamente con problemas financieros. Esto puede provocar frustración e incluso resentimiento hacia tu actividad paralela, que es lo último que quieres.
3. Podría perder importantes deducciones fiscales.
Si no gestionas tu negocio secundario como si fuera una empresa, también podrías perderte importantes deducciones fiscales. Esto puede costarte dinero a la hora de pagar impuestos, y es algo que se puede evitar fácilmente con un poco de planificación y organización.
4. No estás preparando tu negocio secundario para crecer
Si no tratas tu actividad secundaria como un negocio, tampoco lo estás preparando para un crecimiento futuro. Esto significa que si tu negocio empieza a despegar, puede que no estés preparado para gestionar el crecimiento. Esto puede acarrear todo tipo de problemas, así que es mejor planificar el crecimiento desde el principio.
Conclusión: Tratar tu actividad secundaria como un negocio es esencial si quieres tener éxito. Tomando algunas medidas básicas para organizarte e invertir en tu crecimiento, puedes prepararte para el éxito a largo plazo.